Hacia una agricultura y ganadería sostenible

En esta entrada vamos a ver los principales impactos ambientales de la ganadería y la agricultura y a intentar pensar si es posible que estas sean sostenibles.

La agricultura y la ganadería son las principales fuentes de alimento a nivel mundial y necesitan una enorme superficie para desarrollarse. Las explotaciones agrícolas y ganaderas se pueden dividir en dos tipos:

• Extensiva:
• Tradicional.
• Pequeños cultivos o pocos animales.
• Requiere poca energía.
• Imita el ecosistema natural, con el que establece una relación perdurable basada en el reciclaje de los nutrientes.
• Favorece la diversidad de razas domesticadas.
• Trabajo poco mecanizado.
• No se obtiene la máxima productividad.
• La rentabilidad no es muy alta.

  

• Intensiva: 
• Producción a gran escala de monocultivos o de un reducido número de especies animales.
• Requiere un elevado de consumo de energía.
• Genera grandes cantidades de contaminantes por el uso de pesticidas y fertilizantes y el exceso de productos nitrogenados procedentes de los excrementos de los animales.
• Menor diversidad de las razas, ya que se utilizan las más rentables.
• Trabajo mecanizado.
• Rentabilidad y productividad muy altas.

  

Los principales impactos ambientales son:

• Destrucción de ecosistemas para la obtención de nuevas tierras de cultivo o de pastos.
• Aumento de la emisión de gases de efecto invernadero (metano, dióxido de carbono...).
• Degradación del suelo por contaminación.
• Sobreexplotación de los acuíferos para regar los cultivos.
• Pérdida de la biodiversidad.
• Aumento del riesgo de desertización por sobrepastoreo.

Por lo tanto, una explotación agrícola o ganadera sostenible sería aquella que, por ejemplo, cumpliera alguno de los siguientes requisitos:

1. No talar bosques para utilizar el terreno.
2. Rotar los cultivos o animales por las distintas parcelas o corrales para conseguir que estos se regeneren.
3. No explotar un porcentaje fijo de terreno.
4. Utilizar la energía y los recursos necesarios (no más).
5. Controlar los desechos generados.
6. Asignación de una espacio mínimo para cada animal o planta.

Por último, desde el blog de "El violín de Einstein" queremos que los que tengan alguna idea para conseguir una agricultura y ganadería sostenible nos la cuenten en los comentarios.